Un círculo y una línea trazados en la arena

Un círculo y una línea trazados en la arena 
Pablo Correa 

El secreto de la vida se encuentra en 
Tres coma uno, cuatro, uno, cinco, nueve, dos, seis, cinco
Si, si

Something Tells Me
The Seahorses


Arquímedes apoya su dedo en la arena y comienza a trazar una circunferencia.

En ese punto de la línea que llamamos espacio tiempo. Roma ordenó aplastar Siracusa. Un golpe veloz, someter a Sicilia, arrasar Cartago y vengar Cannas. 

El General Marco Marcelus soñaba con los despojos de la ciudad, sería como someter a una doncella en un bosque. La isla se encontraba sola en la oscuridad. Su amante, Anibal, estaba en el continente.

El dedo de Arquímedes continúa deslizándose en la arena.

En otro punto del espacio tiempo un monje benidictino baja apresuradamente una escalera en espiral. Su obesa humanidad va dando tropiezos mientras se agita con cada escalón que desciende.

El dedo de Arquímedes cierra la circunferencia.

En otro punto del espacio tiempo. El académico Constantin von Tischendorf, un elegante aristócrata alemán, visita la ciudad de Constantinopla y observa las distintas mercancías en búsqueda de artículos perdidos en el tiempo.

Arquímedes traza una línea que corta el círculo a la mitad

Marcos Marcelus observa las murallas de Siracusa. El asedio debió durar apenas unos días. Pero un arma convirtió los días en semanas y las semanas en meses.

Esa arma es Arquímedes. Creó grúas que aplastan a sus legionarios apenas se acercan a las murallas, troneras que hacen llover flechas e incluso con la ayuda de espejos dominan a febo para prender fuego los barcos atacantes.

Debe adueñarse de Arquímedes a cómo dé lugar.

El dedo de Arquímedes divide la recta a la mitad. 

En otro punto del espacio tiempo. El monje transpira mientras busca entre los distintos textos profanos alguno que pueda ser bendecido con unas líneas de un poema escrito a la virgen María. 

Encuentra un antiguo papiro de cuero de cabra, no entiende lo que está escrito, tal vez sea griego. Como no puede entenderlo, debe ser obra del demonio, mejor se lo lleva para blanquearlo.

Arquimedes vuelve a dividir la recta tres veces, se sacude un poco las manos.

En Constantinopla el aristócrata cree que logra timar a un mercader llevando varias lámparas de aceite supuestamente antiguas, una alfombra y papiros antiguos con distintas inscripciones.

Arquimedes proyecta con sus dedos un polígono dentro del círculo.

El ejército sitiador logra capturar a un desertor de la ciudad. Marcos Marcelus llevó adelante personalmente los interrogatorios y descubrió que llevaban tres días bebiendo vino mientras celebraban un festival en honor a Artemisa. Solo era cuestión de encontrar la muralla más baja para entrar.

Arquímedes continúa sentado en la arena, mientras proyectaba otro polígono por fuera del círculo.

Una vez limpio el antiguo papiro lo llena de piadosas oraciones y lo cubre con dibujos según el encargo. Orgulloso de su tarea se lo presenta al padre prior para que lo apruebe.

En la arena, Arquímedes vuelve a medir el círculo, la línea y los polígonos. Respira lentamente y empieza a realizar sus cálculos. 

Empieza a escribir lentamente el resultado mientras lo recita para sí: 3,14 1 5 9… 

Una vez en su Alemania natal. El filólogo danés Johan Ludvig Heiberg, amigo del barón, examinó el papiro exhaustivamente bajo una lupa y se dió cuenta que era una de las obras perdidas de Arquímedes.

2 6 5 3 5 8 9 7 9 …

Al estar escribiendo el resultado Arquímedes vio al arabe Al-Kashi, cuando halló un valor para pi correcto en 16 cifras decimales. Siguiendo el método creado por él, pero con polígonos de 805.306.368 lados.

3 2 3 8 4 6 2 6 4 3 3 8 3 …

Arquímedes vio cuando en el siglo veinte, en la Universidad de Cambridge, se analizó con rayos x el papiro blanqueado por el monje. Se encontraron pruebas del desarrollo de matemáticas infinitesimales que serían comunes muchos siglos después de su muerte.

2 7 9 5 0 2 8 8 4 1 9 7 1 6 9 3 9 …

Arquímedes vio como en 1699 el astrónomo Abraham Sharp calcula 72 cifras gracias a las series creadas por él. Luego el matemático francés Fuat de Lagny obtiene 127 en 1717 y posteriormente el célebre calculista alemán Zacharias Dahse determina 200 decimales exactos en 1844. Los trabajos cada vez se hacen más notables, en 1873 Daniel Shanks calcula 707 cifras, de las cuales sólo 527 son correctas.

9 3 7 5 1 0 5 8 2 0 9 7 4 9 4 4 5 9 2 …

Arquímedes vio el poder de pi, con cuatro cifras decimales es más que suficientes para realizar cualquier cálculo casi sin errores; diez cifras son suficientes para estimar la circunferencia de la tierra con una precisión de fracciones de pulgada; dieciséis decimales se puede calcular un círculo de igual diámetro al de la órbita terrestre con un error inferior a un milímetro y con 39 cifras decimales es posible estimar el perímetro de una circunferencia capaz de abarcar todo el universo conocido, incurriendo en un error menor a la longitud del radio de un átomo de hidrógeno

 3 0 7 8 1 6 4 0 6 2 8 6 2 0 8 9 9 8 6 2 8 0 …

Arquímedes vio la aplicación de su trabajo en cosas insospechadas: vio la mecánica, la óptica, las ondas de radio, la astronomía. Vio cómo las galaxias se abrían paso a través de su iris mientras estaba recostado en la arena

3 4 8 2 5 … Un pie ¡Un asqueroso pie enfundado en una sandalia romana!

Arquímedes sintió una profunda rabia mientras ese repugnante pie ultrajaba su trabajo, el cosmos que estaba creando. Entonces grita indignado ¡Bruto! ¡No pise mis círculos! Y en ese momento sintió como una espada atravesaba su corazón.

Habían caído las murallas. Marcos Marcelus había sometido a Siracusa al saqueo y la destrucción. Pero a pesar de sus órdenes no obtuvo a Arquímedes. 

Las legiones podrían seguir su camino a Cartago.

~ Fin ~



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