Thelonious, Titan y Tolina
Thelonious, Titan y Tolina
Pablo Correa
“el hombre inventó millones de objetos inútiles, y por lo general absurdos, sólo para producir los contados objetos indispensables para la comodidad del gato…”
Los esclavos Jacques Sternberg
Recordaba cómo olía Facundo, debe ser el segundo olor más importante de su vida, por que el primero fue el olor de un pequeño armario de la estación espacial orbitando en Io, la tercera luna más grande de Júpiter.
Su madre le lamía la cabeza, le explicaba por última vez el lema del clan gris y blanco "Cazamos con astucia, triunfamos sobre el miedo” y le regalaba su primer humano.
Su destino era la estación 9 de Julio en Titán, la luna más grande de Saturno y la segunda más grande del sistema solar después de Ganímedes.
Entró a la estación dentro de un bolso, entre las medias, acunado con los buzos y tapado la remera de Riff de Facundo. Podía sentir el olor aceitoso del acetileno, el burbujeante aroma de nitrógeno, un sutil rastro de la transpiración de Facundo por tocar con su banda y el olor a jabón en la ropa recién lavada, cortesía de la hermana de Facundo en Io. Su pequeño corazón latía fuertemente.
Como indica la tradición en la estación fue nombrado a la hora de la cena y su nombre debía tener la primera letra de la luna orbitada: los humanos probaron con Tigro pero no se movió , probaron con Tom pero se lamió la pata y se limpió la cara, entonces escuchó el nombre de Thelonious y fue a cenar.
Han pasado unos seis meses desde su llegada. Se despierta a la par de Facundo, se despereza y va hacia la impresora de alimentos, come su primer desayuno y lo mira llenar el termo para el mate mientras canta: “Qué buscás corriendo en la azotea, diez pescados hay en la heladera….”. Salen los dos y mientras Facundo se va hacia el pañol por sus herramientas y de ahí al taller de mantenimiento, Thelonious va a despertar a la Dra Rosa por su segundo desayuno y juntos van hacia el laboratorio del Conicet en la estación.
La Dra Rosa está estudiando la atmósfera de Titán buscando extremófilos, organismos que viven en condiciones ambientales extremas.
Es su primer trabajo de campo y habla sin parar: Que las tolinas son extremófilos teorizados por Carl Sagan en 1979, que son moléculas orgánicas primitivas que se forman en la atmósfera superior de Titán, qué el metano forma aerosoles que luego cae a la superficie dándole su característico color rojo.
Está muy emocionada y le describe toda su investigación en detalle a Thelonius quien la escucha por cortesía.
Una vez custodiada la Dra Rosa hasta su laboratorio es hora de su tercer desayuno con el Doctor Capdevilla, médico clínico de la estación. Primero va a la enfermería pero uno de los enfermeros le indica que no llegó todavía a su turno ¡Perfecto! Si se apura lo puede enganchar en su camarote y comer fideos con bolognesa o cualquier otra delicia que haya sobrado de la cena.
El Doctor hojea un libro de toxicología que le llegó de la tierra la semana pasada mientras le sirve a Thelonius un poco de pollo al verdeo que sobró en su platito.
Terminado el tercer desayuno, es hora de hacer la digestión y se dirige al puente de mando de la estación. Ahí duerme en su camita con marcas en un costado, si supiera la anotación del truco, sabría que ya van veinticinco ratones muertos.
Cuando vio a su primer ratón, el miedo lo paralizó por un instante. El era muy pequeño y el bicho lo duplicaba en tamaño. El aroma a podredumbre del animal lo asustó y le bastó el horriblemente agudo sonido de su siseo para espantarlo.
En sus sueños sintió que el ratón lo perseguía gigante y amenazador. También vio como sus ancestros venían a reprocharle su falta de valor y sintió la vergüenza de su clan. Esa misma noche volvió al almacén, dio caza al roedor y entró con su presa triunfante en el puente de la estación.
Han pasado veinticinco ratones, veinticinco triunfos sobre su miedo.
La estación gira lentamente generando los nueve coma ocho metros cuadrados por segundo que emulan la gravedad terrícola.
La velocidad es constante, salvo la pequeña variación que ejerce la inercia al acoplarse una nave espacial. Ningún humano la puede sentir, pero para Thelonius es un cimbronazo fuertísimo. Hoy es el turno del pequeño ferry “La Engualichada” que trae al turno saliente del puesto de avanzada en la superficie de Titán.
La Engualichada es un típico ferry de transporte suborbital, su capacidad es pequeña comparada con una nave de exploración o un carguero. Cumple únicamente la función de transporte de la estación espacial a la superficie de la luna, no puede hacer un viaje interplanetario.
El motor de La Engualichada es un estatorreactor Bussard modificado, que no es más que la versión espacial de un ramjet, un propulsor atmosférico que emplea la propia velocidad de la aeronave para comprimir el aire que entra en los motores. El propulsor se alimenta del propio aire, pero en el caso del ferry lo que hace es aprovechar la atmósfera de Titán, rica en nitrógeno e hidrocarburos (nafta como le dicen en la estación) para recolectarla, comprimirla y explotarla. eso le da la velocidad suficiente para ir y volver sin necesidad de traer combustible.
Thelonious tiene la costumbre de ir personalmente a recibir a cualquier visitante a su estación. Agacha la cabeza para que se la acaricien, muestra la panza para las cosquillas y olfatea a los recién llegados. Cuando llega un carguero entre el olor de la carga y la atmósfera característica en donde estuvo, además llega el olor de las hormonas, orina y alimentos robados de una rata o un ratón. Con su nariz lee el manifiesto de los recién llegados. Es la oportunidad de llegar con un trofeo al puente y ganar otra marca en su camita.
Esta vez recibe a los trabajadores del puesto de avanzada en la superficie, olían a nafta, transpiración y un olor nuevo. No es un ratón, una rata ni ningún otro animal. Huele a los humanos, tampoco les pertenece, es otra cosa.
Llaman al Doctor Capdevilla, hay trabajadores heridos por una falla en el motor de la engualichada, pero varios de ellos presentan una extraña marca roja, algunos en el tobillo, otros en la muñeca o en el hombro.
Mientras el Doctor atiende a los heridos y les saca sangre para un análisis. Thelonious empieza su investigación, si bien es cierto que los roedores muerden, las marcas de los trabajadores no se parecen en nada a las de una rata, y esta ese nuevo olor: es como aceite ¿Tal vez óxido? Pero seguro huele a muerte.
Aprovecha que Facundo va a entrar hacer la revisión de mantenimiento del ferry y lo acompaña, quedan los dos encerrados. Los olores de la atmósfera de Titán son aún más fuertes dentro y también está ese otro olor.
Para Facundo es divertido tener un ayudante peludo, pero lamenta que la mitad de las luces estén rotas y está seguro que ve muchísimo menos que Thelonius.
Mientras los humanos elegimos palabras y sonidos para comunicarnos, los gatos practican la más estricta economía en sus palabras, solo el silencio. Los sonidos alejan a las presas y los maullidos solo son para entenderse con los humanos.
Facundo se siente observado. La lógica le dicta que solo están él y Thelonius en el ferry, sin embargo no puede dejar de sentir miedo. Como muchos humanos al sentir miedo se ponen a hablar y el blanco de sus quejas es la atmósfera de Titán: que gira más rápido que la superficie, que el metano arruina las piezas, que la presión hace que llueva metal líquido, etc, etc.
Mientras Thelonius observa y recorre la nave, su instinto le dice que no es el único cazador. Su corazón late fuertemente y el miedo hace que sea aún más sigiloso.
La sala de máquinas era aún más oscura. Solo tres focos estaban prendidos y el aire estaba aún más viciado, parecía que el aceite estaba suspendido en el aire.
Facundo sigue hablando y prende la linterna para observar a los recolectores de la nafta de la atmósfera para darle combustible al motor. Cuando una manguera explota y crea un niebla espesa dentro de la nave. Una masa roja le salta a la cara y le muerde el cuello para salir corriendo.
Thelonious sale a cortarle el paso, sea lo que sea es más fuerte que él. Tiene un miedo feroz, el mismo pavor de cuando vio a su primer ratón, pero no va a dejar el ataque a su humano impune. Sabe que si no lo atrapa toda la estación corre peligro y caerá la vergüenza sobre él y sobre el clan gris y blanco.
El olor a aceite del intruso se impregna en su nariz, los bigotes perciben la tensión eléctrica en el aire y sus oídos solo perciben el lento zumbido de La Engualichada. Escucha el latido de su propio corazón.
De repente percibe al intruso que pasa velozmente por detrás, gira sobre sí mismo y ve por una fracción de segundo una mancha roja, una mancha de aceite,un escalofrío corriendo por su lomo, una sombra. Ahora solo funcionan dos focos.
Mientras tanto el Doctor Capdevilla trabaja en la infección de los trabajadores, es un nuevo tipo de infección, si no obtiene una muestra de lo que fuera que los mordió morirán de seguro.
Thelonious recuerda el lema de su clan "Cazamos con astucia, triunfamos sobre el miedo” y se le ocurre un plan. Sabe que si salta desde una caja puede sorprenderlo, pero solo si la mancha roja está distraída.
El Doctor Capdevilla fue a La Engualichada para ver si había alguna pista sobre la enfermedad, se acerca a la puerta de desembarque, oye un maullido, luego otro y luego otro más fuerte.
En la nave quedaba funcionando solo un foco tintineante, e iba apagándose de a poco.
El Doctor Capdevilla, la Dra Rosa y todo el equipo de la estación espacial 9 de Julio forzaron la compuerta del ferry.
Entonces una rendija de luz empezaba a filtrarse sobre el suelo de la nave. Cuando la mancha roja percibió la claridad se lanzó a toda velocidad para atacar la cara del Doctor, la Doctora o cualquiera que se interpusiera en su camino.
En su frenesí asesino no vió a Thelonius saltando desde lo alto de una de las cajas de cargamento de la nave. Lo atrapó entre sus garras y lo atacó ferozmente.
La nave quedó completamente a oscuras.
Cuando entraron a la nave, encontraron a Facundo inconsciente y a Thelonius con su marca número veintiséis entre los dientes.
Thelonious recordaba el segundo olor más importante en su vida. Mientras caía hacia el sueño eterno, hacia el encuentro con sus antepasados, orgulloso con su presa.
~Fin~

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