Respondiendo a su pregunta Pablo Correa
Respondiendo a su pregunta
Pablo Correa
Respondiendo a su pregunta, San Agustín de Hipona dijo que “Si no me preguntan que es el tiempo, lo sé; pero si quiero explicarlo al que me pregunta, no lo sé” es una gran definición.
Thomas Mann en su obra “El pensamiento vivo de Schopenhauer” explica que para el filósofo la teoría de la relatividad especial formulada por Albert Einstein fue la última revolución de la historia de la humanidad, la anterior, fue la revolución francesa.
El filósofo consideraba “revolución” a los hechos que cambiaron radicalmente las ideas y la manera de describir el mundo hasta ese momento introduciendo conceptos completamente nuevos. En el caso de la relatividad, introdujo el concepto del punto de vista del observador. Antes de Einstein las leyes de la física eran siempre iguales e inmutables. El árbol al caer en el bosque hacía ruido, sin importar si era oído o no.
A partir de la osada idea del científico austriaco, el tiempo mismo fue cuestionado, dejando como única constante la velocidad de la luz. Si alguien se desplazará a una velocidad cercana a la velocidad de los fotones, su tiempo para alguien que lo viera desde nuestro balcón se vería congelado, mientras para el viajero el tiempo de los demás avanzaría a gran velocidad. Además de cambiar la gravedad y la energía necesaria para seguir desplazándose, obviamente que tiene mil y una implicaciones y paradojas como la de los gemelos.
Pero esto no viene al caso.
La cuestión es que la representación que tenemos para medir el tiempo está basada en un artilugio que consiste en un péndulo y un engranaje. Cuando el engranaje gira unas sesenta veces eso es un minuto, si el engranaje de los minutos gira otras sesenta veces eso es una hora y el engranaje de las horas al dar dos veces la vuelta completa es un día, entre veinte y ocho y treinta y un días es un mes y doce meses es un año y así seguimos ordenando el tiempo. Por una convención arbitraria la cual rige nuestra vida y la de la gente a nuestro alrededor. Una convención que nada tiene que ver con el tiempo real.
Ahora también sabemos que el tiempo fluye desde el comienzo explosivo de nuestro universo hasta su indudable final. Con nuestro paso vamos avanzando hacia el caos y vamos dejando detrás nuestro orden y homogeneidad, creando un laberinto infinito frente nuestro y un solo un sendero en donde jamás volveremos a transitar por detrás.
Que nos espera al final del universo, nadie sabe bien, hay dos grandes finales posibles. Por un lado hay quienes afirman que al llegar al límite final de la expansión, el universo se irá enfriando hasta quedar completamente inmóvil. Mientras que otro grupo de los trabajadores de la ciencia afirman que el universo empezará un camino inverso hacia la compresión del mismo en un punto de infinita gravedad y espacio nulo esperando una chispa para explotar nuevamente y crear otro universo.
Pero ninguna de estas cosas explica la naturaleza misma del tiempo. Es un río desbocado donde navegamos como una hoja arrastrada por la tormenta o un jardín donde los senderos se bifurcan.
Un péndulo que mueve un resorte fatal del cual pende la espada de Damocles o es lo que captan nuestros sentidos. Siendo lo más importante nuestra experiencia, las horas invertidas en una conversación interesante efímeras mientras que la espera en el banco dura una pequeña eternidad.
No lo sabemos
Pero respondiendo a su pregunta, la reforma de la cocina estará finalizada en apenas quince días, si todo va bien, pero puede extenderse a meses ante el menor inconveniente, que es en cierta medida, la naturaleza del tiempo.
~Fin~
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